EL ROSARIO MISIONERO

Estrella

«La verdadera devoción a la Virgen María nos acerca siempre a Jesús»

Benedicto XVI

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Todos los días del año viene bien rezar el Rosario y hacer misión, aunque en la Iglesia Católica tengamos mayo y octubre como meses en los que nos empeñamos más en trabajar estas prácticas.

Así que hoy es una buena oportunidad para que profundicemos, de la mano de María, la dimensión misionera de nuestra fe. Una manera muy sencilla de hacerlo es mediante el rezo personal o comunitario del Rosario.

De él decía el Papa Pablo VI: «es una síntesis del Evangelio, es una de las oraciones más bellas del cristiano… es seguramente la forma de oración más importante dedicada a la Santísima Virgen, una escuela de vida espiritual centrada en el Evangelio» (Marialis Cultus, 44). San Vicente de Paúl tenía una estima particular por el Rosario. El 26 de enero de 1645 evoca el ejemplo de san Francisco de Sales: «Nuestro bienaventurado Padre (SFS) decía que, si no hubiese tenido la obligación de su oficio, no habría dicho más oración que el Rosario. Lo recomendó mucho, y él mismo lo rezó durante treinta años sin faltar nunca para alcanzar de Dios la pureza por la que él concedió a su santa Madre, y también para bien morir. Así pues, hijas mías, rezar el Rosario es una devoción muy hermosa, particularmente para las Hijas de la Caridad, que tanta necesidad tienen de la asistencia de Dios para tener esta pureza, que les es tan necesaria» (IX, 212-213).

En realidad, el Rosario no se contrapone a la meditación de la Palabra de Dios ni a la oración litúrgica; sino que constituye un complemento natural e ideal, en particular como preparación y como acción de gracias a la celebración eucarística. 

Si la Eucaristía es para el cristiano el centro de la jornada, el Rosario contribuye de manera privilegiada a dilatar la comunión con Cristo, y educa a vivir manteniendo fija en Él la mirada del corazón para irradiar sobre todos y sobre todo su amor misericordioso.

Para acentuar la dimensión universal y misionera de esta tradicional oración mariana, Monseñor Fulton Sheen, arzobispo norteamericano, ideó a mediados del siglo XX lo que conocemos hoy como el «Rosario Misionero». Es una forma de oración en la cual, por intercesión de María, se pide al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo. En cada uno de los misterios, representados por un color, se pone como intención a uno de los cinco continentes.

  1. Misterio, de color Verde , se reza por África. El color verde, nos recuerda las verdes selvas habitadas por nuestros hermanos africanos.
  2. Misterio, de color Rojo , se reza por América. El color rojo, simboliza la sangre derramada por los mártires que dieron su vida durante la evangelización de este continente.
  3. Misterio, de color blanco , se reza por Europa. El color blanco, nos recuerda al Papa que es símbolo de unidad. 
  4. Misterio, de color azul , se reza por Oceanía. El color azul nos habla de esas miles de islas esparcidas en las azules aguas del Océano Pacífico.
  5. Misterio, de color amarillo , se reza por Asia. El color amarillo nos trae a la memoria la tierra del sol naciente y cuna de la civilización.

Así, día a día, nuestra oración dejará de ser egoísta y mezquina, para abrirse a todas las necesidades y a todos los sufrimientos del mundo. Porque como enseñaba Juan Pablo II: «La plegaria del Rosario es oración del hombre en favor del hombre: es la oración de la solidaridad humana, que refleja el espíritu y las intenciones de la primera redimida: María».

Ella, la gran misionera, quiere llegar a todos aquellos que aún no han recibido la semilla de la fe. Ella, Señora del mundo, quiere actuar allí donde Cristo no está presente todavía, donde no es visible aún el Cuerpo Místico. Ella quiere ser el Adviento, allí donde todavía no hay Navidad. Por eso, como se mostró a Santa Catalina Labouré, ella presenta el mundo entero al Señor, suplicando que los frutos de la Redención lleguen a todos.

«Vayamos con Ella al África ardiente, por las verdes selvas,
a visitar esta tierra de misterio y de esperanza.

Lleguemos con María a las playas lejanas de América,
como los antiguos conquistadores,
pero esta vez no para despojar sino para dar.

Detengámonos con María en la fatigada Europa,
donde vela la blanca figura de Pedro.

Sintámonos con María como un isleño de Oceanía
arrullado por las aguas azules del Pacífico.

Finalmente, hagamos un alto en Asia, interminable,
entre aquellos hermanos con culturas y religiones milenarias.

Y entonces, habremos contribuido con nuestra oración
a la extensión de la Iglesia, haciendo nuestra la solicitud del Redentor».

Forma práctica de rezarlo

Se comienza con la señal de la Cruz y con el símbolo de los Apóstoles

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Se reza
  • Padrenuestro
  • 3 Avemarías
  • Gloria
  • Jaculatoria.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Oh Jesús, mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno; lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia. Amén.
Se anuncia el primer Misterio

En este primer misterio, vamos a recordar al continente africano a fin de que su profundo sentimiento religioso le facilite asumir la plenitud de la revelación

Se puede leer esta breve información acerca del continente

África es un continente que vive castigado por la violencia. Muchos pueblos y etnias del continente se enfrentan en sangrientas guerras haciendo la vida muy difícil para todos. Aunque la guerra silenciosa que acaba con la vida de millones de Africanos es el SIDA y las enfermedades endémicas. Muchos países africanos han alcanzado su independencia recientemente, pues fueron presa del colonialismo europeo durante siglos, lo que tuvo como consecuencia poco desarrollo económico, y un desarraigo cultural. La pobreza es bastante marcada en este continente, constituye el 13% a nivel mundial. A pesar de que la Iglesia católica es minoritaria en África, JMV ha llegado a establecerse en 24 países: Angola, Argelia, Botsuana, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Eritrea, Etiopía, Gabón, Guinea Ecuatorial, Kenia, La Reunión, Madagascar, Mozambique, Nigeria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Ruanda-Burundi, Sierra Leona, Sudán, Tanzania, Togo y Túnez. Los esfuerzos y los sacrificios de los misioneros han logrado que África sea hoy una Iglesia viva y joven, con un creciente número de vocaciones y con comunidades cristianas muy prometedoras.

Por nuestra humilde oración suplicante y por la intercesión de la Virgen María, Reina de África, concede, Señor, a nuestros hermanos africanos el don de la Fe.

 

Se reza

  • Padrenuestro
  • 10 Avemarías
  • Gloria
  • Jaculatoria.
Se anuncia el segundo Misterio

Recordamos especialmente en este segundo misterio al continente americano, el «continente de la esperanza», donde se registra el más alto porcentaje de católicos, pero que sufre por la pobreza de su gente y la escasez de agentes de pastoral.

Se puede leer esta breve información acerca del continente

El continente americano vive una gran contradicción: unos pocos son inmensamente ricos mientras que muchos son inmensamente pobres. Alrededor del 10% de la población lo forman las minorías indígenas que tratan de mantener su identidad y reclamar sus derechos, que les han sido negados durante siglos. La Iglesia Católica de América es la más numerosa de todo el mundo, la mitad de los católicos del mundo viven hoy en América, más precisamente en América Latina. Es por eso que el Papa Juan Pablo II ha dicho a América que es «la gran esperanza de la Iglesia, que debe hacerse misionera para el resto del mundo». JMV en América está presente en 24 países: Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Martinica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Aunque la fe cristiana llegó hace 500 años, todavía hoy en muchos lugares de América hay necesidad de misioneros para la primera evangelización, mientras en otros sitios es urgente recristianizar a la población.

Virgen de Guadalupe, emperatriz de América, concede a nuestros hermanos americanos poder ser discípulos y misioneros para que sus pueblos tengan vida en Cristo.

Se reza

  • Padrenuestro
  • 10 Avemarías
  • Gloria
  • Jaculatoria.
Se anuncia el tercer Misterio

Ofrecemos este tercer misterio por Europa, para que retorne a las fuentes de su fe, que se ha enfriado con el correr de los siglos, y acreciente su dinamismo misionero.

Se puede leer esta breve información acerca del continente

Si bien la mayoría de los países desarrollados están en Europa, también hay pobreza en este continente. Históricamente, Europa ha sido el continente católico por excelencia. Influyó decisivamente en esto el hecho de que la Iglesia tuviera su sede central en Roma desde sus comienzos (ahora en Ciudad del Vaticano), y que la mayoría de los reinos que conformaron Europa tuvieran al catolicismo como religión oficial. Sin embargo, en los últimos siglos la situación ha cambiado bastante. Dos hechos influyeron notablemente en este cambio. Primero, la aparición del Protestantismo a partir del siglo XVI, que dividió a los cristianos, de tal modo que países completos se volcaron al protestantismo. Y en segundo lugar, la Revolución Francesa y el Racionalismo hicieron que al ir naciendo las repúblicas que hoy conforman Europa, la fe se fuera apagando gradualmente en todo el continente, de tal modo que ya no se habla de Dios (a esto se le conoce como «secularismo»: un mundo sin Dios). Hoy los católicos ya no son mayoría en Europa. SIn embargo, JMV en Europa está presente en 17 países en Europa: Albania, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Kosovo, Polonia, Portugal, República Checa y Ucrania.

Madona, madre de Europa, concede a este continente que se ha convertido en tierra de misión el poder reencontrarse con sus raíces cristianas, de manera que redescubriendo la belleza del Evangelio, continúe dando numerosas vocaciones misioneras a la Iglesia.

Se reza

  • Padrenuestro
  • 10 Avemarías
  • Gloria
  • Jaculatoria.
Se anuncia el cuarto Misterio

Ofrecemos este cuarto misterio por el lejano y pequeño universo de islas que se llama Oceanía, a fin de que sus numerosos habitantes puedan ser iluminados y guiados a la luz del Evangelio.

Se puede leer esta breve información acerca del continente

El continente Oceánico es el más pequeño del mundo. Se caracteriza porque en él conviven muchísimas culturas. Desde hace siglos ha estado poblado por una gran cantidad de tribus de nativos con culturas, dialectos y religiones autóctonas diferentes. Oceanía perteneció al imperio Británico durante muchos años, no permitiéndose la entrada de misioneros católicos hasta 1845 cuando recién pudieron comenzar la tarea evangelizadora. Por eso, la evangelización sistemática en Oceanía comenzó hace menos de doscientos años, aún queda mucho por hacer. JMV en Oceanía está presente en 3 países: Islas Fiji, Islas Salomón y Papúa Nueva Guinea.

Virgen de los Océanos, te confiamos los hermanos de este continente para que tú los guíes al encuentro con tu Hijo, de modo que en Él encuentren la salvación y el gozo verdadero. A nosotros, concédenos ser capaces de sacrificarnos para alcanzar la fecundidad apostólica de la actividad misionera en estas islas tan lejanas y a menudo tan desconocidas.

Se reza

  • Padrenuestro
  • 10 Avemarías
  • Gloria
  • Jaculatoria.
Se anuncia el quinto Misterio

Recemos este quinto misterio por Asia, para que la virgen María vuelva sus ojos al continente más poblado del mundo, donde los católicos constituyen tan solo el 3% de la población y sufren persecución.

Se puede leer esta breve información acerca del continente

Asia es el continente más poblado del mundo. El 80% de su población vive bajo el límite de la pobreza, muchísimas personas mueren de hambre. Un problema que caracteriza a este continente es la discriminación de la mujer, hecho que se hace insostenible, extendiéndose a todos los niveles sociales. La Iglesia Católica de Asia es la más pequeña del mundo y por tanto, el continente donde hay más posibilidad de crecimiento por la ignorancia cristiana y por el gran espacio físico del mismo. Podríamos decir que «este es el continente donde Cristo está más ausente», es más desconocido y perseguido. No sólo por la diversidad de milenarias tradiciones religiosas (hinduismo, budismo, sintoísmo, etc.), sino porque en muchos países asiáticos los católicos son perseguidos por las Iglesias Oficiales, viéndose obligados en muchos casos a vivir su fe en la clandestinidad. En los últimos años, se está viviendo un acercamiento significativo entre la Santa Sede y la Iglesia de China. En este continente la Iglesia necesita redoblar sus esfuerzos para continuar el trabajo de tantos misioneros y mártires de la fe. JMV en Asia está presente en 10 países: Egipto, Filipinas, India, Indonesia, Japón, Líbano, Siria, Tailandia, Taiwán y Vietnam).

Virgen Inmaculada, Madre del Sol naciente que es Cristo, mira con bondad a estos hermanos tan deseosos de Dios, pero que le buscan a tientas, y suscita nuevos predicadores del Evangelio en aquel campo inmenso.

Se reza

  • Padrenuestro
  • 10 Avemarías
  • Gloria
  • Jaculatoria.

Se concluye esta parte con una Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Se reza
  • Padre Nuestro para las intenciones de la Iglesia Universal
  • Tres Ave Marías
  • Jaculatoria: «¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!» para que en nuestra Asociación aumente el espíritu misionero, y muchos jóvenes puedan ofrecer algún tiempo de su vida para anunciar el Evangelio y servir a los pobres más allá de las fronteras de su propio país.

Al terminar el Rosario Misionero, hemos rodeado el mundo entero, abrazando a todos los continentes y a todos los hombres en una gran oración universal. En las Letanías Misioneras, recordamos a los santos de todos los continentes, signo de la universalidad de la Iglesia y estímulo para nuestro compromiso misionero:

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Dios Padre Celestial. Ten piedad de nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo. Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo. Ten piedad de nosotros
Trinidad Santa que eres un solo Dios. Ten piedad de nosotros. 

Santa María, Reina de las Misiones. Ruega por el Mundo
San Pedro. Ruega por el Mundo
San Pablo. Ruega por el Mundo
San Francisco Javier. Ruega por el Mundo
Santa Teresita del Niño Jesús. Ruega por el Mundo

San Marcos. Ruega por África
San Antonio Abad. Ruega por África
San Agustín de Numidia. Ruega por África
Beato Carlos de Foucold. Ruega por África
San Carlos Luanga y compañeros mártires de Uganda. Rueguen por África
Santa Josefina Bakhita. Ruega por África
San Justino de Jacobis. Ruega por África
Beato Ghebra Miguel. Ruega por África
Beata Clementina Anuarite. Ruega por África
Beatos y santos Africanos. Rueguen por África

San Juan Diego. Ruega por América
San Juan de Brébeuf y compañeros mártires de Canadá. Rueguen por América
San Francisco Solano. Ruega por América
Santa Rosa de Lima. Ruega por América
San Martín de Porres. Ruega por América
San Felipe de Jesús. Ruega por América
Santo Toribio de Mogrovejo. Ruega por América
San Pedro Claver. Ruega por América
Santa Isabel Ana Seton. Ruega por América
Beata Lindalva de Oliveira. Ruega por América
Beatos y Santos del Nuevo Mundo. Rueguen por América

San Bonifacio de Alemania. Ruega por Europa
San Agustín Canterbury. Ruega por Europa
San Patricio de Irlanda. Ruega por Europa
San Remigio de Reims. Ruega por Europa
San Estanislao de Polonia. Ruega por Europa
San Esteban de Hungría. Ruega por Europa
San Leandro de Sevilla. Ruega por Europa
San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Rueguen por Europa
Santa Isabel de Portugal. Ruega por Europa
Santa Catalina de Siena. Ruega por Europa
Santa Brígida de Suecia. Ruega por Europa
Santa Teresa Benedicta de la Cruz. Ruega por Europa
Santa Catalina Labouré. Ruega por Europa
Beatos y Santos del viejo mundo. Rueguen por Europa

San Pedro Damián. Ruega por Oceanía
San Pedro Chanel. Ruega por Oceanía
Beato Damian Veuster, apóstol de los leprosos. Ruega por Oceanía
Beato Diego Luis de San Vitores. Ruega por Oceanía
Beato Pedro Calungsod. Ruega por Oceanía
Beato Juan Mazzuconi. Ruega por Oceanía
Beata María MacKillop. Ruega por Oceanía
Beato Pedro To Rot. Ruega por Oceanía
Estrella del Mar. Ruega por Oceanía
Beatos y Santos de las innumerables islas. Rueguen por Oceanía

San Andrés. Ruega por Asia
Santo Tomás. Ruega por Asia
San Juan de Brito. Ruega por Asia
San Francisco Regis Clet. Ruega por Asia
San Juan Gabriel Perboyre. Ruega por Asia
Santos mártires de China. Rueguen por Asia
San Pablo Miki y compañeros mártires del Japón. Rueguen por Asia
San Andrés Dung-Lac y compañeros mártires del Vietnam. Rueguen por Asia
Santos Andres Kim y compañeros mártires de Corea. Rueguen por Asia
Beato Juán Teófano Venerd. Ruega por Asia

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Ten misericordia de nosotros, Señor.

Oración final

Señor, Tú has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los hombres, a fin de que la obra redentora de Cristo persevere hasta el final de los tiempos; mueve ahora los corazones de tus fieles y concédenos la gracia de sentir que nos llamas con urgencia a trabajar por la salvación del mundo, para que de todas las naciones se forme y desarrolle un solo pueblo, una sola familia, consagrada a tu nombre.

Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.

Estrella

MISTERIOS GOZOSOS

(Lunes y Sábado)​
Estrella

MISTERIOS GLORIOSOS

(Miércoles y Domingo)​
  1. La Encarnación del Hijo de Dios.
  2. La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
  3. El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén.
  4. La presentación de Jesús en el templo.
  5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
  1. La Resurrección del Hijo de Dios.
  2. La Ascensión del Señor.
  3. La Venida del Espíritu Santo.
  4. La Asunción de María al cielo.
  5. La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado.
Estrella

MISTERIOS DOLOROSOS

(Martes y Viernes)​
Estrella

MISTERIOS LUMINOSOS

(jueves)​
  1. La Oración en el Huerto.
  2. La Flagelación de Jesús atado a la columna.
  3. La Coronación de espinas.
  4. Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario.
  5. La Crucifixión y Muerte de Jesús.
  1. El Bautismo en el Jordán.
  2. Las bodas de Caná.
  3. El anuncio del Reino de Dios.
  4. La Transfiguración.
  5. La institución de la Eucaristía.

El Rosario es mi oración predilecta.
¡Plegaria maravillosa!
Maravillosa en su sencillez y en su profundidad…
Cuántas gracias he recibido
de la Santísima Virgen
a través del Rosario en estos años:
Magnificat anima mea Dominum!

San Juan Pablo II

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