Rito de la Promesa en juventud mariana vicenciana


La Promesa en JMV es un compromiso a caminar en la Asociación, dentro de su grupo y su región. Se trata de un paso previo a la Consagración Mariana. Hay que vivirla, preferencialmente, durante una Celebración de la Palabra donde se reúne habitualmente a los miembros del grupo o, más apropiada para la Consagración, en una Eucaristía dominical en la parroquia donde está el grupo. El rito de la Promesa en JMV se hace normalmente después de la homilía.
Llamada de los candidatos
En caso de llamar a los candidatos lo hace el Delegado Regional o cualquier otro miembro del Consejo Regional o en su defecto el líder del grupo, debidamente delegado por el Consejo Regional. Cuando llame (uno a uno), la respuesta de los candidatos es (Aquí estoy…, Habla Señor, tu siervo escucha… A Jesús con María…) y avanza de cara al altar.
El Delegado Regional: Tras una deliberación del Consejo Regional (nombre de la región) el (fecha) inmediatamente después de la preparación de (fecha) a (fecha) y las opiniones favorables de los líderes y Asesores, tienen derecho a emitir la Promesa de Juventud Mariana Vicenciana, los miembros del grupo (nombre del grupo) con los siguientes nombres: (mencionar a cada uno). Al final de la convocatoria, sigue el diálogo.
Diálogo
El sacerdote: Queridos jóvenes, ¿qué queréis ahora?
Los jóvenes (juntos): ya que hace (duración) que caminamos con la Juventud Mariana Vicenciana, hoy queremos hacer la promesa.
El sacerdote: La promesa en JMV es un paso previo a la Consagración Mariana. ¿Sabéis a que os comprometen?
Los jóvenes: Seguir a Cristo, evangelizador de los pobres, viviendo como un equipo, el espíritu mariano y vicenciano a través de nuestro lema: VIVIR – CONTEMPLAR – SERVIR, para aprender más y para dar a conocer la Asociación en la práctica de sus propias virtudes: la humildad, la caridad, la pureza, la sencillez, la obediencia.
El sacerdote: ¿Estáis dispuestos a participar en esta Asociación?
Los jóvenes: Sí, lo estamos, con la gracia de Dios.
El sacerdote: Queridos amigos, teniendo en cuenta sus deseos y buenas intenciones, os invito, en presencia de la comunidad cristiana reunida aquí, a emitir su Promesa en la Juventud Mariana Vicenciana.
Promesa de JMV
(Los jóvenes dicen todos juntos)
Viviendo en equipo JMV ya desde mi integración/admisión/estancia,
he descubierto el lugar de María en la vida cristiana
y quiero ser guiado por ella de antemano en el camino de Jesucristo.
Por lo tanto, con la ayuda del Espíritu Santo,
acepto ante mi equipo,
los líderes de mi movimiento,
y la comunidad cristiana aquí reunidos,
seguir viviendo en equipo con el espíritu mariano y vicenciano.
El espíritu mariano y vicenciano, para mí como JMV, es:
Vivir…
en el mundo de hoy, con el corazón atento al que más me necesita.
Contemplar…
la vida para reconocer las maravillas de Dios y escuchar sus llamadas.
Servir…
con gestos y palabras que están al servicio de la construcción de un mundo más justo y más fraterno.
Amén.
Bendición y entrega de medallas
El Sacerdote: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Los fieles: que hizo el cielo y la tierra.
El Sacerdote: El Señor esté con vosotros,
Los fieles: Y con tu espíritu.
El Sacerdote: Dios todopoderoso y misericordioso quien nos muestra la misericordia de su abundancia por medio de la Virgen María, Madre de su Hijo único, llena todas las cosas de bendición, mira favorablemente a tus siervos quienes reciben devotamente esta Medalla en honor de la Santísima Virgen María Inmaculada, y les conceda que se conviertan, en los próximos días, más conformes a la imagen de Cristo tu Hijo, y con la ayuda de la Virgen Madre de Dios, pueden obtener la gracia y la felicidad en tu casa. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
(El sacerdote pone las medallas, previamente bendecidas, a aquellos que hacen la Promesa y les asperja mientras se canta. Cuando el sacerdote termina, todos los jóvenes y los fieles dicen juntos la oración de JMV. Al final de esta última parte, los jóvenes se mantienen frente al altar, pueden tomarse de las manos en una cadena, y después de inclinarse dan la vuelta a saludar a la gente y recuperar su lugar. Mientras tanto, los otros cantan en honor a la Virgen. Por ejemplo: María, testigos de la esperanza… )
(Sigue el Credo…)
Plegaria de JMV
Señor Jesús, llegamos hasta ti
con María Inmaculada.
A ti, el amigo de los pequeños y de los pobres,
te alabamos.
Tú nos miras a todos con tanto amor
Enséñanos a vivir juntos
con el dinamismo de tu Espíritu,
que nos encamina por la senda de la admiración,
de la verdad y de la acción.
Concédenos el saber mirar a los demás
con los ojos del corazón.
Para reconocer las maravillas
que Tú has hecho en ellos
y, de manera especial,
en los que se ven desfavorecidos.
Ayúdanos a construir un mundo fraterno,
en el que nadie sea dejado de lado.
Haz que obremos en todo,
no con espíritu de poder o de dominio
sino humildemente, con un espíritu de servicio.
Amén.
